miércoles, 25 de octubre de 2017

Hoy miramos hacia fuera

Hoy por la mañana fui al banco a retirar un deposito que un cliente de España me había gestionado. Y debería haber sido una experiencia mas, de las usualmente vividas en el banco: en mi mundo. Pero esta vez fue muy diferente: recordé como veía a las personas. Estaba sentado y apareció un abuelito de mas o menos 64 años. Media cerca del 1,63. El vestía una camisa manga corta a cuadritos con muchos colores pero los que predominaban era el celeste y el blanco. Un pantalón de tela cafecito y bien ancho, pero planchado del tal manera, que solo en el roble de las rodillas se apreciaba. Llevaba unos zapatitos/zapatillas cafes con gris, una gorra de tela negrita, pelo cortito pero por encima de la oreja y de color gris (canitas). En su espalda llevaba una mochila color crema, mas ancha que su espalda y que le llegaba hasta la mitad del trasero. Y caminaba como un bebe de  año y medio, para los lados, con el motor de impulso hacia adelante y en la cabeza, y con una energía "la estoy pasando bien tranquilito aquí voy yo turururu" jajaja. En el único instante donde el cortaba esa energía, era cuando el guardia de seguridad le daba indicaciones; su cara cambiaba a alerta inmediatamente y soltaba un  doble " ah, aaah?". Sus ojos eran los de un niño antiguo, y su rostro la de un hombre de esfuerzo y con experiencia. El guardia le dio su indicación, y se fue a sentar. La pase muy bien observándolo, era una buena alma en el paso de mi día. Y como estaba entretenido, seguí observando... lamentablemente me di cuenta de lo pesado que son la vida de las personas; pesados al observar, y al sentir sus esencias. L@s que no, sonreían por un tiempo, pero  luego decaían. Ahí comprendí que la sonrisa  puede ser una herramienta para usar en el "carisma" y "simpatía", pero que no habla de la persona en verdad. Si buscas a la persona al final, esta en sus ojos. Después entro una niña de mas o menos 26 años de edad. Entro mirando hacia el techo y hacia delante con una intención de perdida algo "niñesca". Ella voltio y encontró mi mirada sobre ella y, jajaja se puso rojita; sonrió y entro a la caja a realizar su tramite. Pero por ese breve momento al cruzar miradas: ella no pudo evitar sentir que yo estaba dentro de ella sin haberle pedido permiso. Y lo mas extraño de todo, es que una vez adentro, la otra persona inmediatamente te ve también (aunque sea instintiva, y por un instante). Por que para entrar en alguien, debes entrar desnudo. Al irse, ella caminaba y miraba para abajo y subía la mirada esporadicamente y de manera tímida. Debo decir que también me puso tímido su timidez. Pero en general, la gente estaba consumida en algo pesado y desagradable. Algunos sonreían por  protocolo, otros sonreían y decaían para luego consumirse en eso pesado. Muchos de ellos parecían mas maquinas que personas. O sus ojos simplemente se veían cansados y/o oscuros.  También vi esa falsa felicidad en muchos, y digo falsa ya que se veían contentos, pero gracias a la dicha de su propia ignorancia, que ademas  era glorificada por su ego. Escuchar lo que pensaban/sentían las personas en las conversaciones  que hoy presencie, no fue algo muy grato en términos generales. Pero si muy informativo. Acabo de recordar otro momento lindo: un niña de unos 29 a 30 años había sido llamada para ser atendida, pero se le había quedado su hijita atrás. Ella le decía: "venga para acá, venga", mientras corría a pasito de "bebe" al cubil de la ejecutiva. Pero la hijita no la pesco ni en bajada y siguió jugando con una niña que había conocido en el Banco. Así que la chica se devolvió corriendo con el mismo trote de bebe y con sus cara de "bebe" y sus ojos de bebes que se convirtieron en bebe solo en ese instante, y ella se percato de que la estaba viendo con una sonrisa, y ella fue aun mas bebe jaja. Luego paso con su hijita de mas o menos 3 años colgando hacia boca a abajo y la sentó en al silla frente a la ejecutiva como dos bebes. La ejecutiva le dijo: "Hola como estay? y le paso una tarjetita para que jugara". Al rato la vi boca abajo en una silla haciendo sonidos con la falta de aire que generaba su voz cuando ella presionaba  su pecho contra la silla.

En conclusión: recordé mi manera de ver; me saque esa venda de los ojos y ahora podre ocupar esta habilidad para dar vida a los personajes complejos que animare, como por ejemplo: en "Tres Piedras" y en "Ventana M"!! 😄. Pero no sesgarme  ahí, también dar detalles característicos a los personajes simples, y así ir practicando esta idea de "simplificar la complejidad". Como también a mi música, o a todo lo que hago.

El abuelito fue el alma mas linda que he visto en el día ^^

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