sábado, 20 de noviembre de 2010

Estrella mía, que explotas esta noche.Cuanto duele hacer eterno unos ojos, una sonrisa.Pero supongo que un precio se debe pagar.Ya esta, ahora te tengo, hasta puedo sentir tus mejillas en mis labios ,cada vez que te abrazaba por la espalda .OH Padre, que me gustaba abrazarla de esa manera y besarle la mejilla.Pero no se puede estar con los ojos cerrados todo el tiempo, eventualmente debes caer y abrirlos nuevamente… y duele mientras las explosiones aun te saben foráneas.Irremediablemente el sentimiento de la posesión renta un cuarto en el alma. El deseo de tocar, sentir, ver…entra sin pedir permiso.Pero no me importa, quiero consumirme en este sentimiento esta noche.Ahora vienen las lágrimas, y una dulce canción suena para mí.Tengo en mis piernas mi viejo cuaderno donde escribo, tres cigarrillos sueltos yacen en mi escritorio, y media copa de vino se encuentra junto a ellos; son mis compañeros esta noche.Ahí estas de nuevo, con esa sonrisa tan particular tuya. Meneabas la cabeza hacia abajo y aun costado cuando lo hacías… era lo que mas me encantaba de ti, junto con tus gestos exagerados. Parecías un emoticon orgánico en muchas ocasiones. Yo siempre callaba en esos momentos para llenarme de esos detalles, aunque nunca te diste cuenta de ello. Son las 3 con 15 minutos y ya estas dentro. Ahora cada vez que cierre los ojos y te busque, te encontrare. Las lágrimas ya no volverán, solo llegan en la concepción de lo eterno… y mientras se comprenden las líneas intermedias. Algún día te volveré a ver preciosa. Aquí termina/empieza nuestro arco. Y algún día empezara/terminara. Te envío un enorme beso, mis bendiciones…y hasta entonces .

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