domingo, 17 de abril de 2011

OH, niños



Pásame esa adorable arma pequeña
Mí querida, mi amada
Los limpiadores ya vienen, uno a uno
Nunca debes desear que ellos empiecen

Están tocando a tu puerta en este instante
Están midiendo la sala, ellos saben el resultado
Son remanentes sobre el piso de un carnicero
De tu pequeño corazón roto

OH, niños

Perdónennos por lo que hemos hecho
Todo comenzó solo como un poco de diversión
Aquí, tomen esto antes de que corramos lejos
Las llaves para el gulag

OH, niños
Alcen su voz, levanten su voz
Niños
Regocíjense, regocíjense

Aquí viene Frank y el pobre viejo jim
Se están reuniendo alrededor junto con todos mis amigos
Estamos viejos ahora, la luz es tenue
Y ustedes recién están comenzando

OH, niños
Tenemos las respuestas a todos sus miedos
Es corta, es simple, es de un cristal amado
Esta alrededor, en algún lugar por aquí
Perdida entre nuestras ganancias

OH, niños
Alcen su voz, levanten su voz
Niños
Regocíjense, regocíjense

Los limpiadores han hecho su trabajo en ti
De la cadera de un hombre, hallaron el surco
Te han de lavar con manguera, estas como nuevo
Están haciendo cola para inspeccionarte

OH, niños

Pobre viejo jim es blanco como un fantasma
El ha encontrado la respuesta perdida
Todos estamos llorando ahora, llorando por que
No hay nada que podamos hacer para protegerlos

OH, niños
Alcen su voz, levanten su voz
Niños
Regocíjense, regocíjense
Hey pequeño tren! Todos estamos saltando sobre
El tren que va hacia el reino
Estamos felices mama, nos estamos divirtiendo
Y el tren ni siquiera ha dejado la estación


Hey, pequeño tren! Espérame!
Una vez fui ciego, pero ahora
Veo que me has dejado un asiento para mí
En ese tan estrecho tramo de la imaginación

Hey, pequeño tren! Espérame!
Ya me lleve a cabo en cadenas, pero ahora soy libre
Estoy esperando aquí, no lo ves
En este proceso de eliminación

Hey pequeño tren! Todos estamos saltando sobre
El tren que va hacia el reino
Estamos felices mama, nos estamos divirtiendo
Esta más allá de mis expectativas salvajes.








Las Tres Transformaciones.

Tres transformaciones del espíritu os menciono: cómo el espíritu se convierte en camello, y el camello en león, y el león, por fin en niño.

Hay muchas cosas pesadas para el espíritu, para el espíritu fuerte, paciente, en el que habita la veneración: su fortaleza demanda cosas pesadas, e incluso las más pesadas de todas.

¿Qué es pesado? pregunta el espíritu paciente, y se arrodilla, igual que el camello, y quiere que se le cargue bien.

¿Qué es lo más pesado?, oh, héroes" pregunta el espíritu paciente, para que yo cargue con ello y mi fortaleza se regocije.

¿Acaso no es: humillarse para hacer daño a la propia soberbia? ¿Hacer brillar la propia tontería para burlarse de la propia sabiduría?

¿O acaso es: apartarnos de nuestra causa cuando ella celebra su victoria? ¿Subir a altas montañas para tentar al tentador ?

¿O acaso es: alimentares de las bellotas y de la hierba del conocimiento y sufrir hambre en el alma por amor a la verdad?

¿O acaso es: estar enfermo y enviar a paseo a los consoladores, y hacer amistad con sordos, que nunca oyen lo que tú quieres?

¿O acaso es: sumergirse en agua sucia cuando ella es el agua de la verdad, y no apartar de si las frías ranas y los calientes sapos?

¿O acaso es: amar a quienes nos desprecian y tender la mano al fantasma cuando quiere causarnos miedo?

Con todas estas cosas, las más pesadas de todas, carga el espíritu paciente: semejante al camello que corre al desierto con su carga, así corre él a su desierto.

Pero en lo más solitario del desierto tiene lugar la segunda transformación: en león se transforma aquí el espíritu, quiere conquistar su libertad como se conquista una presa, y ser señor en su propio desierto.

Aquí busca a su último señor: quiere convertirse en enemigo de él y de su último dios, con el gran dragón quiere pelear para conseguir la victoria.

¿Quién es el gran dragón, al que el espíritu no quiere seguir llamando señor ni dios? "Tú debes" se llama el gran dragón. Pero el espíritu del león dice "yo quiero".

"Tú debes" le cierra el paso, brilla como el oro, es un animal escamoso, y en cada una de sus escamas brilla áureamente el "¡Tú debes!".

Valores milenarios brillan en esas escamas, y el más poderoso de todos los dragones habla así: "todos los valores de las cosas brillan en mí".

"Todos los valores han sido ya creados, y yo soy -todos los valores creados. ¡En verdad, no debe seguir habiendo ningún 'Yo quiero!". Así habla el dragón.

Hermanos míos, ¿para qué se precisa que haya el león en el espíritu? ¿Por qué no basta la bestia de carga, que renuncia a todo y es respetuosa?

El león es no es aún capaz de hacerlo crear nuevos valores: mas crearse libertad para un nuevo crear, eso si es capaz de hacerlo el poder del león.

Crearse libertad y un no como respuesta incluso frente al deber: para ello, hermanos míos, es preciso el león.

Tomarse el derecho de crear nuevos valores es el deber más horrible para un espíritu paciente y respetuoso. En verdad, eso es para él robar, y cosa propia de un animal de rapiña.

En otro tiempo el espíritu amó el "tú debes" como su cosa más santa: ahora tiene que encontrar ilusión y capricho incluso en lo más santo, de modo que robe el quedar libre de su amor: para ese robo se precisa el león.

Pero decidme, hermanos míos, ¿qué es capaz de hacer el niño que ni siquiera el león ha podido hacerlo? ¿Por qué el león rapaz tiene que convertirse todavía en niño?

Inocencia es el niño, y olvido, un nuevo comienzo, un juego, una rueda que se mueve por sí misma, un primer movimiento, un santo decir sí.

Sí, hermanos míos, para el juego del crear se precisa un santo decir si: el espíritu quiere ahora su voluntad, el retirado del mundo conquista ahora su mundo.

Tres transformaciones del espíritu os he mencionado: cómo el espíritu se convirtió en camello, y el camello en león, y el león, por fin, en niño.


Así habló Zaratustra-Friedrich Nietzsche

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