
Hoy la cordillera tenia un paraguas para dos personas, pero eran tres. Un cielo alcanzado por dos sombras y un diamante .El aire tocaba una melodia lenta, pero triste no… asfixiantemente conmovedor. Sobre el techo de un hogar se veían ángeles y bajo ellos, esta, se estilaba con fuego y agua. Iban y venían seres perdidos, unos se movían sobre trenes con paradas programadas matando el tiempo para lograr seguir, otros se lanzaron antes con un ¿Cómo? Y un ¿Por qué? Dibujado en ojos que se disolvían sobre rostros lentos y, yo consumi cada sombra errante y cada presencia mecánica con un titulo de INOCENSIA para luego entregárselo a dios. Existen cosas que solo se pueden apreciar en intimidad, como la sangre negra bajo la luz de la luna, o la mirada de un moribundo consumida en la tuya…hasta que se pierde en ella.
Hoy la cordillera tenía un paraguas para dos personas, pero eran tres…un diamante.
Hoy, un hombre volvió a casa.
TE AMO ABUELO, FUE UNA BUENA TRAVESIA…HASTA LUEGO.
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